jueves, 4 de diciembre de 2008

VALORACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LAS ENCUESTAS SOBRE CONCIENCIA ECOLÓGICA

Como lo prometido es deuda, publicamos en nuestro blog algunas valoraciones que hemos hecho a partir de los resultados de recogimos gracias a vuestra participación.



Después de ver el resultado de las encuestas, podemos decir que las personas tienen conciencia ecológica solamente a la hora de ahorrar agua y separar la basura.



Algunas de esas personas respondieron que a veces miran si están comprando productos con materiales reciclables, si consumen alimentos congelados o empaquetados y también a veces dan ideas en su lugar de trabajo para evitar el desperdicio de comida. No obstante, muchos no hacen ninguna de las cosas mencionadas. Tampoco muchas personan han plantado árboles y solo una persona utiliza la energía solar.



Veintiuna personas (de las cincuenta encuestadas) dijeron que no llevan su propia bolsa al supermercado y treinta y siete no colaboran en ONG’s o programas ecológicos.



Basados en la encuesta creemos que las personas no hacen mucho por el medio ambiente y pensamos que sin nuestra ayuda no vale para nada la acción gubernamental para la protección de la naturaleza.



Para finalizar, aconsejamos que las personas hagan más cosas mirando el futuro del planeta.



DATOS DE INTERÉS:



Hombres encuestados: 25 Mujeres encuestadas: 25

La mayoría de los encuestados tiene entre 26 y 35 años y trabaja.






Semi-intensivo B1: 08h30 – 11h00



CARVALHO BARUEL, Letícia

PSZEPIURA, Cristofer

WAGNER BARBALHO, Madga Lídia

WAGNER BARBALHO, Elizabeth Wilma

martes, 2 de diciembre de 2008

LA LEYENDA DEL CURUPIRA

El Curupira es un ser fantástico, del folclore popular brasileño, que vive en las florestas y su papel es proteger los árboles y los animales, además de castigar aquellos que les dañan.
El Curupira es descrito como un niño de estatura baja, pelirrojo y pies al revés para confundir a los cazadores.
Asimismo, unos dicen que al Curupira le gusta sentarse bajo las “mangueiras” y deleitarse con los frutos, pero si el siente que está siendo vigilado o amenazado, el de pronto empieza a correr a una velocidad tan grande que los ojos no consiguen seguirle.
Muchos dicen que existen Curupiras que encantan a algunos niños y les alejan de sus padres por algún tiempo, pero después los devuelven cuando llegan a la edad de siete años.
Así, los niños “secuestrados” y posteriormente devueltos, nunca vuelven como eran, debido a la fascinación que empiezan a sentir por la floresta donde viven.
Para proteger a los animales, el Curupira utiliza mil artimañas, intentando siempre ilusionar y confundir a los cazadores, utilizando gritos, silbidos y gemidos, haciendo los cazadores piensaren que el está detrás de un animal y va detrás del Curupira, y este hace con que el cazador piercase en la floresta.
Al acercarse una tempestad, el Curupira corre por toda la floresta y golpea los troncos de los árboles. Así, si el ve si ellas están fuertes el fuerte viento. Si se da cuenta que algún árbol podrá ser derrumbada por el viento, el avisa los animales para no se acercaren.
El Curupira también puede hechizar a los adultos. En muchos casos contados, el Curupira encanta a los cazadores que se aventuran en quedarse en la floresta en las llamadas “horas muertas”. La persona hechizada intenta salir de la floresta, pero no logra. Se sorprende pasando por los mismos sitios y se da cuenta que en verdad camina en círculos. En algún sitio bien próximo, el Curupira le está mirando.
Al fin, solo queda una opción: parar de caminar, coger un trozo de “cipó” y hacer una pelotita. Se debe tejer el “cipó” muy bien, ocultar la punta de forma que sea muy difícil desenrollar el novelo. Después, la persona debe tirar la pequeña pelota lejos y gritar: “quiero verte encontrar la punta”. La persona encantada debe esperar un rato para recomenzar el intento de salir del mato.
Cuenta la leyenda que, de tan curioso, el Curupira no resiste al novelo. Se sienta y se queda intentando desenrollar la pelotita de “cipó” para encontrar la punta. Gira la pelotita de todos los lados y se olvida de la persona. Así, deshace el hechizo y la persona logra encontrar el camino a su casa.

Leonardo Brandao